miércoles, 5 de noviembre de 2008

ALGO PASA CON MARY

Cameron Diaz lo escenificaba a la perfección. En un momento de la película, tiene tantos pretendientes que no sabe por cual decantarse. Al final, decide quedarse con uno, tal vez acuciada por el exceso de oferta o sencillamente porque aún tenía la capacidad de decidir.

Quiero quedarme con un mensaje empresarial de esta película. Muchos de nuestros clientes se sienten así, como ella, con muchas alternativas (competidores). Clientes, que al igual que ella, han dado señales de estar descontento. En ocasiones estas señales se reciben, pero por desgracia, son más las veces en las que la empresa ni siquiera perciben el peligro (ya saben, con el mal del ombliguismo empresarial).

¿Que hacer en estos casos? Como saben, siempre en más fácil y barato retener a un cliente actual que a un futuro y sin embargo, destinamos mucho capital de nuestro presupuesto a “pescar” a un nuevo sí cliente cuando lo que debemos hacer es potenciar y enamorar, a los ya existentes.

Existen varias teorías del marketing que hablan de las 4 C’s. Incluso comparto ciertas teorías sobre las existencia de la 5 p e incluso de las 11 p’s del MK. Sin embargo permítanme que difiera con ellas y les presente las 5 C’s del MK (en detrimento de las P’S).

Cliente vs Producto
Coste vs Precio
Comunicación vs Promoción
Conveniencia vs Place

A efectos de este artículo, analizaré brevemente la primera y justificaré mi decisión: ¿Qué es más importante el cliente o el producto? Suelo empezar mis clases siempre con una misma frase: “El Cliente y tu mujer son las personas más importantes del mundo”. Acompaño esta frase con un dibujo en la pizarra de lo que a mi modo de entender (y dibujar) es la cara garabateada de un cliente para que los alumnos lo tengan presente en todo momento.

Por desgracia, hoy en día gran cantidad de empresas siguen la corriente equívoca: crear productos a destajos para posteriormente forzar una necesidad.

¿No es más fácil satisfacer desde el inicio esta necesidad? ¿Por qué no le preguntamos a él directamente que quiere? Pero no solo en el proceso de elaboración del nuevo producto o servicio. ¿Hemos pensado, por citar otro ejemplo, la posibilidad de crear junto con el Cliente una campaña de publicidad? (aquí podemos diferenciar varios tipos de clientes: cliente actual, futuro o pasado y cliente interno (trabajadores de la empresa) y clientes externos)

Por tanto, finalizo dejándoles una reflexión: ¿Tan difícil es preguntarle? Si desde luego los clientes que quiero son como Cameron Diaz, yo lo tendría claro no?.......


Sergio W. Engel Manchado
Profesor Titular de la asignatura de MK
ESCOEX International Business School
Canarias

martes, 4 de noviembre de 2008

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

¿Crees en ti?.....
Quiero empezar con esta reflexión, porque me parece un punto de partida importante. Si la respuesta es sí, sigue leyendo.
Will Smith sin duda encarna a un emprendedor que cree en sus posibilidades.
Este film bien podría ser puesto a los jóvenes universitarios de todo el mundo para que aprendan a valorar los caprichos de la vida (salario, prácticas al terminar la carrera,etc), caprichos que, por cierto,el protagonista del film que nos ocupa no tuvo en sus inicios.
Smith encarna a un joven padre al que no le pueden ir peor las cosas. En un momento dado, decide dar el paso y arriesgarse a probar fortuna en unas prácticas sin remunerar de la que solo saldría un agraciado de veinte candidatos. Así, durante 6 meses sin ver un solo dólar... ¿alguién de nosotros estaría dispuesto a eso?
Desde mi punto de vista, este película esconde muchos mensajes empresariales pero quiero quedarme con uno en concreto: creer en uno mismo.
Sin lugar a dudas, como digo, hay mas: humildad, trabajo constante, aprovechar el momento (recuerden la imagen del protagonista en el taxi con lo que a la postre sería su jefe), gestión eficaz del tiempo (trabaja la mitad de horas que sus compañeros pero debía alcanzar resultados mejores para obtener el puesto) etc.... pero entiendo que el primero tiene la suficiente fuerza como para dedicarle unas líneas.
¿Es WS un emprendedor? sin duda. Y un superviviente. Debe de serlo para actuar como actua. ¿Un visionario tal vez? No creo pero tuvo la capacidad de saber dejar su negocio anterior (venta de aparatos médicos) para apostar por un business que de entrada no le estaba aportando beneficio alguno.
Puede ser también que la emprendiduría del protagonista viniera por necesidad o supervivencia pero ¿cuántos de nosotros no actuamos en alguna ocasión movidos por estos parámetros?
Sea cual fuere el motivo, recuerden que ser emprendedor es un deporte apasionante. Sin duda el más sacrificado de los ejercicios porque requiere practicarlo 24 horas al día 7 días a la semana. El gen del negocio no entiende de horas y debes estar listo para cualquier momento.
Un emprendedor implica ser líder en cualquier faceta de tu vida. ¿Emprendedor es aquel que monta una empresa? sí, claro, pero también el que innova día a día en su puesto de trabajo y también aquel que cambia en su ámbito personal cualquier elemento. Definición sencilla de esta palabra pero que busca reflejar lo que quiero transmitirles: el mundo se mueve y mientras estamos leyendo este artículo probablemente estemos perdiendo dinero!
Por tanto, no seré yo quien limite vuestro bolsillo así que finalizo con unos apuntes finales ante de los créditos:
1) Si crees en una idea ve a por ella. El miedo, como sabrán lleva a la parálisis y ésta al cajón desastre, donde, por desgracia, acaban gran parte de nuestras ilusiones.
2) ¿Conocimientos vs Actitud? Me quedo sin duda con la segunda. No son incompatibles, desde luego que no, pero no olvidemos que sin ganas (gasolina), es imposible llegar.
Y ahora, para terminar, te formulo la pregunta: ¿quieres la felicidad?. La respuesta ya la has leido.....
Sergio W. Engel Manchado
Profesor titular de la Asignatura de MK
ESCOEX International Business School
Canarias

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

“…..¿Por qué no pasas al otro lado de la alambrada y vivimos nuestra última aventura?”. Con estas palabras se dirigía el niño judío al protagonista de la película de John Boyle. Muchos de ustedes ya conocen el desenlace del film, y es precisamente por ese motivo, por el que he querido trasladarles los mensajes empresariales camuflados que hay en ella.

Más allá de hablarles de liderazgo, rectitud, o toma de decisiones (mensajes todos ellos que se vislumbran al visionarlo) he querido centrarme en lo que se ha convertido, en ocasiones, en un mal común de las empresas de hoy: la integración horizontal.

Bruno, el niño alemán de la película, tenía todo lo que un crío podía desear en su casa. Con sus altibajos propios de la edad y de la deslocalización (como en las empresas) vivía perfectamente en su entorno. Sin embargo, su afán por innovar y sus inquietudes le empujaron a hacer lo que a la postre fue la última excursión de su vida: cruzar la alambrada junto a su amigo judío Shmuel.

Siguiendo con el símil, muchas empresas de hoy, agobiadas tal vez por la situación actual acuciante, deciden pasar al otro de la valla y apostar por nuevos negocios para diversificar riesgos. Lo ejemplifica a la perfección el dicho: “No pongas todos los huevos en la misma cesta”. En muchas ocasiones, no era realmente necesario hacerlo, ya que, al igual que el niño, disfrutaban en su entorno y tenían todo cuanto fuera necesario: experiencia, Knowhow, marca, facturación, etc

Sin embargo, deciden hacerlo. Empresas, por cierto, que han destinado esfuerzos, dinero y personas (lamentablemente en muchas ocasiones las mismas personas que en sus originarios negocios) para apostar por unidades nuevas de negocios (UEN’s) que a veces representan una ínfimo porcentaje de su facturación total. ¿Vale, por tanto, la pena?

Integrarse horizontalmente está muy bien (al igual que las integraciones verticales aguas arriba o abajo) pero siempre que tengan una coherencia con los objetivos grupales.

Una empresa que hace zapatos debe centrarse en lo que sabe hacer: zapatos porque desde luego, cruzar el charco sin sentido, podría provocarle la muerte. Basta con despistarse un poco para que la competencia coja posiciones, el cliente perciba la falta de dedicación e incluso el producto o servicio baje de calidad.

Pensemos pues, antes de dar el paso, si este aparente salto puede suponer la última excursión del negocio original. Recuerden que el pijama es solo para dormir, no para los negocios……..
Sergio W. Engel ManchadoProfesor Titular de la asignatura de MK
ESCOEX International Business School en Canarias

TITANIC


En estos tiempos “creativos” (que viene de fusionar la palabra CREcimiento con negATIVOS muy de moda ambas para definir la situación actual) las empresas que quieran sobrevivir deben demostrar una argucia y una originalidad en toda su cadena de operaciones: (potenciar el mk con coste cero, apuntar con mira telescópica al si cliente, aplicar el antimarketing, apostar por el MK interno, …, conceptos nuevos probablemente para algún lector pero que estoy convencido que ya muchas empresas desarrollan,… lo que vulgarmente se denomina renovarse o morir.

Después de esta entradilla me sinceraré con ustedes: Desde hace exactamente 11 años intento evitar el cine. Lo odio, como al MK. Probablemente esta afirmación sea falsa pero entienda que quiero crear polémica y captar su atención para que llegue hasta el final de este artículo (Técnicamente lo que estoy haciendo ahora mismo se considera MK no?) Retomando mi historia, ese fatídico día fui a ver Titánic y mientras el resto de la sala lloraba la pérdida del histriónico dicaprio, yo contaba las horas que quedaban para visionar este filme con mis alumnos de MK. Se preguntaran por que? Sencillo: pude sacar a esta joya del 7º arte 33 mensajes empresariales, ni uno más ni uno menos…. Desde entonces, no soy capaz de ver una película tranquilo. Les animo a que hagan la prueba y entren en mi club de los ejecutivos estresados. Anímese. Desde luego que es divertido. Incluya también las de dibujos animados. Todas transmiten algo (valores, toma de decisiones, perfiles, mix mk, situaciones del día a día de las empresas, rsc, política de RRHH,…..

Si me permiten el símil de hoy, sabría decirme con exactitud porque se hundió el Titanic? Por desoír los avisos? Por creerse invencible? Por descuidar detalles como los binoculares? Por reaccionar tarde a la catástrofe? Traslademos esto a la empresa actual y al inicio de este artículo: el iceberg se acerca a muchas empresas y los avisos nos llegan constantemente. Y como ocurriera también en la película, muchas empresas mueren de éxito porque el clima que les rodea es exquisito. También para ellas va este artículo.

Apliquemos por tanto Creatividad y una dosis de visión más allá del cortoplacismo. Dejemos de tapar agujeros en nuestro día a día y mirarnos al ombligo porque el tiempo está cambiando….


Sergio W. Engel Manchado
Profesor Titular de la asignatura de MK
ESCOEX International Business School en Canarias